Cambiamos de tema para pasar a hablar del proceso respiratorio a nivel físico. Si disfrutas con las cosas más tangibles, este episodio es para ti.
Hoy aprenderás la complejidad del cuerpo humano en relación a la respiración, pero no te preocupes, vamos a simplificar las cosas más importantes, para que entiendas muy fácilmente cómo aplicarlas a tu práctica de meditación.
También tendrás la oportunidad de hacer una meditación para la salud y el conocimiento.
Y como siempre lo ponemos en práctica con una meditación, esta vez para sanar conflictos internos.
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Contenido
- Músculos responsables de la respiración:
- Músculo principal: el diafragma
- Músculos secundarios: pectoral mayor, pectoral menor, esternocleidomastoideo, escaleno, serrato.
Transcripción
Ya hemos comentado en alguna ocasión que los pulmones no respiran solos, sino que necesitan la ayuda de determinados músculos. Hoy vamos a ver en detalle este conjunto de músculos que hacen que todo el proceso de la respiración sea posible.
Y es que puedes ver a los pulmones como si fueran esponjas. No son un músculo que se contraiga o expanda por sí mismo, sino que lo que hacen es adaptarse al espacio que tienen disponible alrededor.
Para que lo entiendas, digamos que al coger el aire no empiezan a crecer y entonces empujan a la caja torácica para que se ensanche, sino todo lo contrario. Los músculos en la caja torácica tiran de las costillas abriendo el espacio y así el aire entra.
Por eso es tan importante siempre mantener una buena postura con la columna recta y los músculos del tronco relajados, ¿recuerdas lo que vimos sobre la postura en el episodio 8? Si no te animo a escucharlo de nuevo.
Así que partimos hoy de la idea de que necesitamos una serie de músculos para crear el movimiento y el espacio necesarios para las diferentes fases de la respiración.
En este proceso hay un músculo principal que es el diafragma, responsable aproximadamente del 75% de la respiración, y toda una serie de músculos secundarios. Hoy vamos a centrarnos de forma especial en el diafragma, pero para que conozcas los demás músculos, aunque no vamos a pararnos en todos ellos, son los siguientes: músculos intercostales, pectoral menor, esternocleidomastoideo, escaleno, pectoral mayor, serratotransversoespinal, serrato posterior, músculos abdominales, suelo pélvico.
El más importante es el diafragma, como ya te había comentado, y es que es el principal responsable de la inhalación. El diafragma, por si no lo conoces, es un músculo que separa y divide las cavidades torácica y abdominal, actúa así de barrera entre ambas.
Solemos decir siempre que tiene forma de cúpula o de paracaídas, pero en realidad su forma es doble, por lo que habría una cúpula o paracaídas bajo cada pulmón. Al final su imagen es como la parte superior cuando dibujamos un corazón.
Al separar estas zonas mantiene de un lado los pulmones y el corazón, y del otro el hígado y el estómago. Esto hace que todos estos órganos se vean afectados y beneficiados por el movimiento del músculo.
El diafragma también está relacionado con la columna vertebral, ya que en su parte posterior se inserta en la tercera vértebra lumbar. En su parte superior está unido a todo el perímetro de la caja torácica, uniéndose a la base de las últimas costillas y el borde inferior del esternón.
Es un músculo que se mueve de forma continua, igual que el corazón. Pero al contrario que con el corazón, además podemos moverlo de forma voluntaria. Esto es lo que hacemos siempre que trabajamos con la respiración, de esta forma podemos intervenir en ella para hacerla de mayor calidad.
Con el movimiento de la inhalación las fibras del diafragma se contraen, su forma por un momento se aplana, y después pasa a adquirir la curvatura contraria, de forma que desciende empujando el abdomen. Así libera el espacio necesario en la caja torácica para que los pulmones se expandan y llenen de aire.
En realidad es lo que hablábamos al principio, es este movimiento del diafragma quien inicia y permite la inhalación, y no al contrario. Es decir, lo pulmones no se llenan y entonces empujan al diafragma, sino que el diafragma es el primero en moverse y al generar el espacio el aire lo ocupa.
Una vez que se relaja pasa a recuperar su forma inicial, por lo que se eleva y forma de nuevo las dos cúpulas, lo que hace que los pulmones se vean presionados y el aire salga. De nuevo no es que al salir el aire el diafragma pueda recuperar su posición, sino que este músculo al relajarse vuelve a su estado inicial, el espacio en la caja torácica se ve reducido, los pulmones oprimidos y se fuerza así la exhalación.
Por ello es tan importante a la hora de hacer respiraciones completas asegurarte de meter el ombligo al final para forzar la salida de todo el aire. Recuerda que no es bueno ir acumulando un resto por lo que siempre buscamos que no quede nada de aire dentro tras la exhalación.
Este movimiento completaría el ciclo de la respiración para volver a comenzar con una nueva inhalación. Así que ya ves, el diafragma está presente en todo momento del proceso, siendo en gran parte responsable de él.
Aunque es cierto que cuenta con ayuda y existe esa serie de músculos secundarios que apoyan el movimiento de la caja torácica.
Después del diafragma los músculos más importantes son los intercostales, que se encuentran entre las costillas y ayudan directamente al diafragma. Estos permiten que las costillas se alejen entre sí abriendo más espacio en la caja torácica.
Si recuerdas el sexto episodio, donde aprendíamos a hacer la respiración completa, y practicábamos aislando cada zona, el movimiento del diafragma correspondería a la primera parte, la respiración abdominal o diafragmática, y los músculos intercostales a la segunda, la torácica.
Así puedes ver como el movimiento y el trabajo del diafragma es más amplio y fácil de reconocer. Es un único músculo bastante grande y es fácil de aislar y sentir.
En cambio, los músculos intercostales hacen un trabajo más sutil, su rango de movimiento es menor, y es el trabajo que tanto le cuesta a algunas personas con la respiración torácica.
Cualquiera de estos músculos puede estar bloqueado debido a nuestros hábitos y posturas. Pero como no dejan de ser músculos, siempre podemos recuperar su flexibilidad. Y esto beneficiará enormemente la calidad de nuestra respiración.
Así que ya conoces el diafragma y los músculos intercostales.
Pero todavía hay más músculos involucrados en nuestra respiración, lo que pasa es que estos ya son más pequeños y trabajan de forma combinada, por lo que es más difícil de aislar o sentir su efecto.
Así el pectoral menor favorece la respiración al permitir el movimiento de la caja torácica hacia delante, al igual que el esternocleidomastoideo y el escaleno.
También el pectoral mayor ayuda a ampliar el espacio de la caja torácica a la altura del esternón, favoreciendo así la inhalación.
No te agobies por conocer o sentir cada uno de estos músculos, como siempre ve poco a poco y mi consejo aquí es que comiences por prestar atención al diafragma. A partir de él toda tu respiración mejorará y podrás ir refinando tu sensibilidad.
Vamos así a ponernos ya a practicar. Hoy vas a hacer una meditación que se llama “Media estrella de David”, y se dice que puede hacer que cualquier persona sea un bello sanador de forma natural. Es una práctica muy antigua, que como casi todas las grandes enseñanzas, ha estado escondida en las antiguas escrituras. Por ello es importante que la conozcas y practiques, para que todo este maravilloso conocimiento pueda seguir compartiéndose y todo el mundo se beneficie de él.
Meditación para la salud y la sabiduría
- Para abrir el espacio: siéntate con la espalda recta, coloca las manos en el mudra de plegaria y canta 3 veces Ong Namo Guru Dev Namo
- Postura: en postura Fácil, Sukhasana, juntas las yemas de los dedos pulgares, índice y corazón, ejerciendo cierta presión sobre ellos. Los dedos anular y meñique de cada mano no se tocan. Coloca las manos a la altura del corazón de forma que los pulgares quedan mirando hacia el cuerpo, pero sin tocarlo. El resto de los dedos apuntan hacia delante y ligeramente hacia arriba en diagonal.
- Ojos: cerrados con el enfoque en el chakra corona.
- En esta posición respira de forma consciente inhalando de forma muy lenta, sosteniendo la respiración todo el tiempo que puedas, y exhalando después muy lento también.
- Mantén el enfoque en lo más alto de la cabeza y en el flujo de la respiración. Si te es cómodo visualiza la luz sanadora que fluye junto a tu respiración.
- Tiempo: 5 minutos.
- Para terminar: inhala profundo, sostén el aire dentro unos segundos y después relaja con la exhalación.
- Para cerrar el espacio: recita el Eterno Sol “que el Eterno Sol te ilumine, el amor te rodee y la luz pura interior, guíe tu camino” y canta 3 veces Sat Nam.